
Soy único en mi generación, el mariscal de campo súper
estrella.
¿Jugadas malas? Yo no hago jugadas malas.
Pero cuando Miranda Bach, también conocida como ‘la pequeña
Randy’, vuelve a entrar en mi vida, todo mi mundo cambia en un instante. Ella
era la hermana pequeña de mi mejor amigo. Prácticamente crecimos juntos.
Pero ahora que está parada delante de mí con los mismo rizos
pelirrojos y salvajes que recordaba y con sus pantalones de yoga sexys como el
infierno —es todo menos la ‘pequeña Randy’. Es una mujer hecha y derecha.
E irresistible ya que estamos.
Ahora como mi terapeuta masajista, es la encargada de
ayudarme a recuperarme de una lesión y volver al campo. Pero cuando pone sus
manos encima de mí, un millón de emociones tentadoras atraviesan mi cuerpo.
Ahora sólo quiero una cosa.
A ella.
Pero éste es un juego peligroso el que estamos jugando. Si
nos pillan es un incumplimiento de nuestros contratos.
¿Jugadas malas? Estoy empezando a pensar que quizás esta sea
la peor jugada de todas…
Miranda
Nunca pensé que le vería de nuevo. El hombre que marcó el
comienzo de mis años adolescentes de loca por los chicos e incontables noches
de fantasías. Él era todo lo que una chica como yo quería.
Sus provocaciones constantes y la manera en que me llamaba
‘la pequeña Randy’ siempre hacía que estuviese casi llorando. Así que puedes
imaginar mi corazón acelerándose cuando le vi llamando a la puerta de mi
oficina. Ahora estoy forzada a confrontar mis antiguas emociones adolescentes
de nuevo.
Él aún parece el mismo idiota que recuerdo que
era—arrogante, rudo, y todo lo que le importa es el dinero. La última cosa que
necesito es dejar que los sentimientos se involucren.
Soy una profesional.
Dormir con el mariscal de campo más famoso de la liga
arruinaría mi carrera.
¿Emociones? Las enterraré profundo y haré lo que sea para
acabar el trabajo…
De ninguna jodida manera dejaré que Alex Montgomery arruine
mi vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario