Como ya deben suponer dispongo de baaaastante tiempo libre y cuando no estoy estudiando me entrego por completo a la lectura, por lo que recién, literalmente hace unos pocos minutos, acabo de terminar esta bella historia la cual descubrí hace tan solo unas dos noches, el “El engaño de la princesa (The Guinevere Deception)”, conforma la primera entrega de la saga Camelot Rising escrita por Kiersten White.
Este nuevo libro está basado en la vieja y ya conocida historia de Arturo y la famosa espada de Excalibur, lo que me incentivó a leer esta historia, pero acá es mucho más, es sobre el que pasó después de hacerse con el trono, que fue de Camelot, de Arturo y Merlín… y luego tenemos a Ginebra, una Ginebra completamente nueva, fuerte… mágica.
La historia comienza con Ginebra, una falsa Ginebra, por lo que tenemos un personaje completamente nuevo, nadie conoce su identidad, ni siquiera ella logra recordarla, hay muchas cosas que ella no logra recordar, solo sabe que como hija de Merlín debe cumplir con su deber, y aunque el reino no este del mismo lado que la magia es evidente que para las amenazas que se ocultan en la oscuridad la magia, su magia, es la única capaz de combatirla. Sin Merlín, lo único que le queda es seguir su instinto, y ese inevitable deseo de querer proteger a Arturo. Lo que ella no prevé es que esas amenazas pueden estar incluso dentro del propio castillo.
"Para Camelot, era la reina. En su corazón, era una niña que había perdido el rumbo. Era Ginebra, y ni siquiera era Ginebra. No tenía un propósito. Y desea desesperadamente ser querida."
La historia nos trae a un nuevo Arturo, no solo al rey que junto a Merlín, venció a la oscuridad y sacó adelante un reino, sino a un joven de tan solo 18 años con una nación a cuestas, con responsabilidades que quizá lo superen, con un pueblo que como producto de la guerra tiene miedo a la magia, a su poder, y la única solución a la que el joven rey pudo llegar fue desterrarla de su reino, tanto a ella como a Merlín. Incluso cualquiera que sea atrapado practicando magia es asesinado o desterrado, sin excepción.
"Ya no podía negarlo: Quería ser mas que una protección para él"
Ginebra es un personaje… logrado, es fuerte y decidida, pero en ocasiones sus decisiones no le hacen justicia. Pasa de ser una simple bruja, hija de Merlín, a la reina de Camelot, y el hecho de que ella apenas recuerda su pasado o quien en verdad es, hace que vayas descubriendo a su lado el alcance de su poder.
"¡No soy una frágil princesa! ¡Estoy aquí para arriesgarme!"
Nos presentan una falsa princesa que llega para salvar a un rey, sin embargo, ella termina siendo salvada más de lo que lo salva a él. Trato de excusar esto con su corta edad, y el hecho de que Merlín solo la envió a un reino para que un desconocido la despose sin si quiera decirle que es exactamente lo que debe hacer, estando completamente sola para lidiar con la oscuridad que los acecha, pero ella sabe que la magia es más que oscuridad y sangre, también es rebeldía, naturaleza y libertad, y que todo ser alberga sentimientos. Por eso, Camelot la necesita.
"Si su miedo era como el agua, que golpeaba, corría, lo cubría todo, la fuerza de Arturo era como las rocas: estable e inamovible."
Luego tenemos a un rey, Arturo, que en incontables escenas hace acto de presencia por su ausencia. Pasa la mayor parte del tiempo fuera y tenemos poco momentos destacables entre ellos, y ciertamente no logré encontrar la conexión que supone ambos personajes deben tener. No conecte con su personaje, es fuerte, noble y no duda en proteger a su reino, pero no es… especial. Valoro mucho el hecho de conocer un nuevo lado de él, frágil, juvenil e inocente que los libros no tienen, pero no hay nada que lo destaque del resto de los personajes, lo que es decepcionante, no llegamos a conocerlo en profundidad, solo vemos un pequeño extracto de lo que es.
"Él es como el sol. Cuando brilla sobre tí todo es luminoso y cálido. Todo es posible. Pero el problema de conocer el calor del sol es lo intensamente que se nota su ausencia cuando brilla en otros lugares. Y un rey siempre debe brillar en otros lugares."
Y por último tenemos a Mordred, de lejos, mi personaje favorito, no me culpen, amo ese halo de misterio a su alrededor. Es burlón, observador y serio, siempre manteniendo un ojo en su reina, y su tío, el rey. Y la verdad es que los momentos que más disfrute de la lectura fueron gracias a él, Mordred es más que el sobrino del rey, es más que un caballero, él la entiende, y ver/leer como estos personajes se van conociendo poco a poco, los momentos que comparten, la forma en que se entienden, se comunican… pues nada, me ganó. Sus momentos son cargados de sensaciones, emociones, la forma en la que él siempre aparece a su lado aunque (tonta de Ginebra) siempre espere ver a su rey es perfecta. Es decir, literalmente, quien siempre termina cuidando de ella es Mordred, así que ¿cómo esperan que no me enamore de él?
―Si piensas tan mal de nosotras, tal vez esa sea la razón por la que aún no te has casado.
―Pienso muy bien de las mujeres. Intimidantes y maravillosas, cada una de ellas. Vos, en particular, me parecéis de lo más fascinante. Un enigma.
Con esto no quiero decir que Arturo no tenga lo suyo, él ciertamente la entiende, la conoce, conoce su verdadero ser, y la elige como su reina precisamente por eso, y aunque tienen sus momentos, ellos no llegan a conocerse en profundidad, porque Arturo es Camelot, y Camelot no quiere la magia, la destierra, por lo que cuando ellos están juntos, incluso aun con él conociendo su verdadero ser, ella no se permite ser ella misma del todo.
― […] ¿Y si te hubiera pasado algo?
―Olvidas tu lugar, mi rey. No debes preocuparte por mí, yo debo preocuparme por ti.
Y como mención especial, llegamos a Lancelot, otro de mis personajes preferidos, es fuerte, noble y sueña con ser un caballero y defender Camelot a un lado del rey, pero a su vez oculta un gran secreto (un muy inesperado secreto) y que le dará un gran giro al personaje. El cual me fascino, sus interacciones con la reina (Ginebra) también son de mis favoritas, tienen una gran química.
"―El pasado guarda bien sus secretos, y, por mucho que intente, no puedo sacárselos."
En conclusión, la historia es buena, quizás no está del todo bien desarrollada, creo que la autora podría haberse explayado más, al menos con el tema de la magia, y quizás desarrollar un poco más el vínculo entre Ginebra y Arturo. Por lo que, si, lo recomiendo, es un libro medianamente corto, por lo que se hace bastante fácil de leer, y las prosas son magníficas, le dan el toque característico de la época, también tenemos pequeños fragmentos que no tiene como centro a Ginebra y fueron de las partes que más disfrute.
"No necesitamos una reina oscura cuando tenemos tanta oscuridad dentro de nosotros mismos"
Y su final, es abierto, dando un claro pie a su segunda parte, no me disgusto, pero tampoco me convenció del todo. Podría decir que me sorprendió, pero estaría mintiendo, ya que de cierta manera una parte de mí no quería admitir que lo esperaba (todavía duele aceptarlo).
“―Arturo tiene una sola cosa en mente. Es lo que hace que sea un gran rey. Y, sospecho, un marido complejo. Si no sois un problema que necesita ser resuelto o una batalla que necesita ser peleada, será difícil mantener su atención.”
Esta reseña es puramente objetiva, la historia me gusto, y si quieren darle una oportunidad o no es su decisión, pero a mi parecer vale la pena ser leída.
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