#1. Las Marcas de la Muerte.
Hay dones que pueden convertirse en maldiciones.
Y hay maldiciones que pueden liberar a todo el universo.
El don de la joven CYRA consiste en provocar dolor. El mismo dolor atroz que ella siente en todo momento.
El don de AKOS le hace inmune a los dones de los demás, pero ¿bastará para salvar a su familia y a sí mismo de un destino tan injusto como cruel?
En un universo en guerra, los dones de CYRA y AKOS hacen que sean vulnerables, peones en manos de quienes quieren aprovecharse de su poder. Su única esperanza reside en unir sus fuerzas para luchar contra la injusticia y…
Convertir el dolor en poder.
La desconfianza en lealtad.
El amor en ansia de libertad.
#2. Destinos Divididos.
Él moriría por ella.
Ella mataría por él.
Las vidas de Cyra Noavek y Akos Kereseth se rigen por sus destinos, pronunciados por los oráculos en sus nacimientos. Los destinos, una vez determinados, son ineludibles.
Akos está enamorado de Cyra, a pesar de su destino: morir al servicio de la familia de Cyra. Y cuando el padre de Cyra, Lazmet Noavek -un tirano sin alma, que se cree muerto- recupera el trono de Shotet, Akos cree que su fin está más cerca que nunca.
Mientras Lazmet enciende una guerra bárbara, Cyra y Akos están desesperados por detenerlo a toda costa. Para Cyra, eso podría significar quitarle la vida al hombre que puede o no ser su padre. Para Akos, podría significar dar la suya.
En un giro sorprendente, los dos descubrirán cómo el destino define sus vidas de formas más inesperadas.
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